LO MEJOR DE LOS 80Si bien la banda repasó sus grandes éxitos fielmente al sonido original, fueron las canciones sacadas del baúl de los recuerdos ochenteros las que realmente animaron a las 65 mil personas que asistieron a su re-debut en el Nacional, aunque sin emoción desbordante.
Una noche recuerdos por los grandes temas de su más de 20 años de trayectoria, fue la que presentó Soda Stereo en su primer concierto realizado anoche en el Estadio Nacional, como parte de su gira “Me verás volver”.
Con el principal coliseo del país repleto por 65 mil almas que esperaban ansiosas la reaparición conjunta de Gustavo Cerati, Charly Alberty y “Zeta” Bosio, pocos minutos pasadas las 21:00 horas el trío trasandino abrió la jornada con "Juego de seducción", uno de los clásicos e inmortales de su disco “Nada Personal” editado en 1985.
Exhibiendo fiato en el ámbito musical, los argentinos presentaron un show en el que la voz de Cerati y los arreglos sonaron como en sus mejores momentos, haciendo de la presentación un espectáculo de antología y gran nivel técnico, aunque carente de emoción desbordante, como se podría haber esperado tras una espera de 10 años.
Así al menos lo demostraron los asistentes al Estadio Nacional, quienes poco a poco se fueron prendiendo para corear, básicamente, los temas íconos de la década de los ochenta. De esta manera, treintones, que vivieron la gloria y apogeo de los rockeros, y una generación más joven que seguramente heredó el gusto por los mejores cultores del rock latino o que sencillamente conoció de la agrupación gracias al talento de Cerati como solista, aplaudieron, disfrutaron y se emocionaron con canciones como “Persiana americana”, “Cuando pase el temblor”, “Signos”, “Danza rota”, “Sobredosis de TV” y “Prófugos” y “Nada Personal”, hacia el final de la jornada en la que rockstar Cerati fue el único orador y que clausuró con un “chao divinos”.
La banda, que estuvo acompañada de tres músicos de apoyo, interpretó 30 canciones en dos horas y cuarenta minutos de show, repasando además otros éxitos impuestos en su etapa de los noventa – “La ciudad de la furia”, “Zoom”, “Primavera Cero, “Un millón de años luz”, “En remolinos”-, las que fueron escuchadas con respeto, pero sin el mismo entusiasmo de los “clásicos”.
En cuanto a la puesta en escena, el show contó con lo justo y necesario para no distraer la atención de los verdaderos protagonistas de la noche: tres pantallas verticales centrales y dos a los costados del escenario, además de un show múltiple de luces de colores, los que en conjunto pusieron el corolario perfecto para una presentación de alto nivel.
Una noche recuerdos por los grandes temas de su más de 20 años de trayectoria, fue la que presentó Soda Stereo en su primer concierto realizado anoche en el Estadio Nacional, como parte de su gira “Me verás volver”.
Con el principal coliseo del país repleto por 65 mil almas que esperaban ansiosas la reaparición conjunta de Gustavo Cerati, Charly Alberty y “Zeta” Bosio, pocos minutos pasadas las 21:00 horas el trío trasandino abrió la jornada con "Juego de seducción", uno de los clásicos e inmortales de su disco “Nada Personal” editado en 1985.
Exhibiendo fiato en el ámbito musical, los argentinos presentaron un show en el que la voz de Cerati y los arreglos sonaron como en sus mejores momentos, haciendo de la presentación un espectáculo de antología y gran nivel técnico, aunque carente de emoción desbordante, como se podría haber esperado tras una espera de 10 años.
Así al menos lo demostraron los asistentes al Estadio Nacional, quienes poco a poco se fueron prendiendo para corear, básicamente, los temas íconos de la década de los ochenta. De esta manera, treintones, que vivieron la gloria y apogeo de los rockeros, y una generación más joven que seguramente heredó el gusto por los mejores cultores del rock latino o que sencillamente conoció de la agrupación gracias al talento de Cerati como solista, aplaudieron, disfrutaron y se emocionaron con canciones como “Persiana americana”, “Cuando pase el temblor”, “Signos”, “Danza rota”, “Sobredosis de TV” y “Prófugos” y “Nada Personal”, hacia el final de la jornada en la que rockstar Cerati fue el único orador y que clausuró con un “chao divinos”.
La banda, que estuvo acompañada de tres músicos de apoyo, interpretó 30 canciones en dos horas y cuarenta minutos de show, repasando además otros éxitos impuestos en su etapa de los noventa – “La ciudad de la furia”, “Zoom”, “Primavera Cero, “Un millón de años luz”, “En remolinos”-, las que fueron escuchadas con respeto, pero sin el mismo entusiasmo de los “clásicos”.
En cuanto a la puesta en escena, el show contó con lo justo y necesario para no distraer la atención de los verdaderos protagonistas de la noche: tres pantallas verticales centrales y dos a los costados del escenario, además de un show múltiple de luces de colores, los que en conjunto pusieron el corolario perfecto para una presentación de alto nivel.
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